viernes, 19 de febrero de 2010

Tranquilidad.

A pesar de todo lo que te he contado
que me ha sucedido,
no puedo dejar de extrañarme
que aún esté tranquilo.

Estoy cansado, pero no derrotado,
estoy somnoliento, pero no idiotizado,
las batallas diarias han ido bajando de importancia
hasta llegar a ser simplemente sucesos.

¿Pendientes? Siempre hay pendientes,
creo siempre existirán,
los atenderé, pero en este momento no puedo,
te escribo,
es más importante eso que cualquier email
con marca de URGENTE,
será urgente pero no cabe en la categoría de importante.

Importante eres tú,
no tienes urgencias,
representas la tranquilidad del alma,
de tu alma.

Seguiré tu enseñanza sin copiar tu estilo,
buscaré aprender más de tí,
sin querer ser tú.

Tomaré y adaptaré lo que considere adecuado,
para que cuando me veas y te des cuenta
que he cambiado, no veas un reflejo tuyo,
sino solamente alguien basado en tí.

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