martes, 23 de marzo de 2010

Sensaciones.

Ayer, me detuve un rato de todas mis actividades,
dejé que solamente el estar en ése lugar
fuera lo más importante,
sin nada más,
dejé fuera teléfono y urgencias,
solo estar.

Traté de captar todas las imágenes,
los sonidos,
los vaivenes del aire a mi alrededor,
la temperatura.

Intenté ser parte de todo ello,
de promover mi comunión con el rededor,
ser parte de todo,
no llevar la batuta,
ser uno más del conjunto,
de la pareja, sin ir más arriba,
sin estar más abajo.
ser uno solo.

Sin embargo, en un momento dado,
dejé de ofrecer para comenzar a sentir
y ése sentir fue fabuloso
increible, fantástico, inigualable,
pero dejé de dar y solo me dediqué
a gozar las sensaciones
a cerrar los ojos
para que los impulsos de mi ser
no dejaran de ser fabulosos,
quedé extasiado de tantas
sensaciones
que aún en este momento sigo
relajado, contento,
emocionado.

Volví a la realidad y de alguna manera
siento que no correspondí a mi entorno
al solamente perderme en mí y no saber
corresponderle.

lunes, 22 de marzo de 2010

Te he visto.

Sabes que siempre me gustas,
a veces peinada, a veces despeinada,
con sueño, sin él,
despierta [y en mis sueños],
alegre o triste,
verte al finalizar el día y ver
que aún conservas tu sonrisa,
al mediodía cuando apenas llevas el inicio de tu vida diaria,
me gustas.

Existen días en que te haces notar más de lo normal,
y te lo escribo en un papelito,
y te envío un beso desde lejos,
me gustas, lo sabes y te lo escribo.

Me gustas y te lo digo,
quiero darte un abrazo hoy,
solo uno,
      pero de esos que son eternos;
darte un beso,
      aunque sea uno fugaz.

Me enloquecí de alegría al verte,
después de horas de oirte,
después de lunas (solo dos) tocarte,
después de verte cómo venías hoy.

Me encantas.

lunes, 15 de marzo de 2010

Me has enseñado.

A escribirte a través de este medio
lo que siento,
pienso y creo.
Lo que veo, huelo, oigo;
todo eso y más,
cosas que no se pueden platicar,
por tontas que parecen,
por simplesas nada más.

Hace rato,
no,
no diré nada.

Estos días me puse a pensar
un poco,
es muy difícil lo haga, ya me conoces,
y llego a nada, doy vueltas a algunas
cosas y siempre llego al mismo punto de partida.

Mañana no se cómo voy a reaccionar al verte,
me dejaste con mas dudas que certezas,
ahora de verdad no quiero imaginarme nada,
ni de lo que piensas (porque no se que pasa en tu mente),
ni de lo que harás (porque tampoco lo sé).

Me siento inquieto, eso ni lo puedo negar,
pero ya pasará ¿cuándo? no lo sé.

Seguiré escribiéndote aquí,
mientras no podamos hablar las cosas de frente,
sigues molesta conmigo,
se nota,
se siente,
no quiero culpar a nadie(ni a tí ni a mí).

Mañana será otro día, otro día,
¡sí!, otro más.
Talvez pensé sería distinto,
pero espero demasiado a veces.
Sabes ubicarme de repente y la caída es buena
para el ajuste cerebral.


Pero no para el corazón.

viernes, 12 de marzo de 2010

Intento.

Hoy intenté repetir lo que sentí ayer,
busqué la forma de hacer que mi corazón
latiera de la misma forma en que lo escuchaste
y nada, no se pudo,
por mas intentos que realicé no se pudo,
¿faltaba algo?
¿Faltaba qué?
Lo correcto es preguntar: ¿es necesario estés tú?
La respuesta es inmediata, sí, tú haces que este
corazón en el que vives,
lata mucho más rápido con solo tu presencia,
es seguro que en tu ausencia se comporte de manera
normal,
pero no estés cerca porque ya no sabe para dónde hacerse.

Traes loco a mi corazón y al portador de él.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Hoy.

He visto cómo tus ojos lloraban y no pude hacer algo,
solo darte un beso en tu mano,
no me agradó verte así,
me sentí con muchas ganas de abrazarte y decirte: "aquí estoy",
pero me pediste me alejara y me alejé,
quise secar tus lágrimas,
quise quedarme callado a tu lado,
no quedarme con las palabras en el pensamiento
ni las acciones en el corazón.

Se que no quieres decirme más de lo que vi,
está bien,
me quedo con eso,
el caminar a tu lado, cuando quise que platicaramos,
no se pudo y creo que fue mejor
porque no sabría que decirte.

Sigo pensando que no supe que hacer hoy.

domingo, 7 de marzo de 2010

Te busco y te encuentro.

Las horas que he estado lejos de tí,
me han servido para darme cuenta que de alguna u otra forma
te busco, no de forma deliberada,
más bien es de forma espontánea,
un sonido,
una mirada,
un perfume,
pero me encuentro de nuevo con nada.

He visto mujeres guapas, pero sin carisma;
estuve con personas alegres, pero de plática vana;
detecté perfumes parecidos al tuyo, sin encontrarte;
oí a lo lejos, tal vez sea por eso, tu voz, pero era solo un intento de copia;
sentí tu presencia, pero no estaban tus ojos;
quise llamar para decir que te buscaba y no lograba hallarte.

Sin embargo, sabía que estabas cerca,
que no podrías estar tan lejos de mí,
que tu perfume,
tu voz,
tu sabiduría,
hasta tu fuerza de voluntad estaban cerca, muy cerca.

No sabía con certeza el porqué sentía eso,
durante mucho rato intenté buscar el porqué.
Saberme tan lejos de tí, no fue una angustia esta vez,
fue un presentimiento,
sabía que no eran esas personas quienes me recordaban a tí.

Cuando me alejo de todo ése mundo de gente y
comienzo a apartarme de lo que signifique modernidad,
en ese momento que comienzo a sentirte más cerca,
a darme cuenta que no te había dejado,
al contrario, me acercaba a tí.

Y te encontré al final en la belleza de la flor,
en el perfume de los pinos,
en el poderío del agua,
en la briza que me pegaba de frente a la cara,
en la inmensidad de los árboles,
en la cuesta arriba para llegar a la mejor vista,
en el frío de la tarde,
en la naturaleza misma estás.

Me doy cuenta que eres como esa flor del campo,
que se nota de todas las demás que la rodean,
sin necesidad de querer mostrarse;
eres como el agua de la laguna:
poderosa y suave al mismo tiempo;
me enseñas el camino cuesta arriba
pero brindas los peldaños para subirlos;
te vuelves a veces tan enigmática como solo
un camino franqueado de árboles lo puede ser;
pero eres a la vez tan grande como esos árboles que buscan
la luz del sol para poder vivir y y crecen, crecen,
porque nunca dejarán de buscar la claridad
y eso los hace grandes.

Te encontré cuando pensaba que estabas lejos.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Esta vez.

Me quedo con todo.

lunes, 1 de marzo de 2010

¿Como otras?

A veces me preguntas ¿qué considero distinto de tí con respecto a cualquier otra mujer?
y te digo que eres distinta, solo eso, pero no logro decirte que:

Tienes la experiencia de DP;
tienes la juventud de LPP;
tienes la belleza(más que) de LC;
la picardía (no tan vulgar) de E;

pero lo que ellas no tienen, ni sumándose todas juntas
es tu inteligencia;
tu amabilidad;
tu sencillez;
tu sentido del humor;
tus consejos;
tus miradas;
tus sonrisas.


¿Sigo o con eso basta?

Hay mucho calor.

Siento que hace demasiado calor en la Tierra,
desde hace unos días a veces se vuelve insoportable,
no se qué hacer,
busco un lugar fresco pero no lo encuentro,
en el día no hay sosiego,
mucho calor y pocas opciones de frescura.

Por la tarde-noche, en muy pocas ocasiones se puede tener algo de frescura.
Miro al cielo y lo veo rojo,
dicen las abuelas y los abuelos
que cuando el cielo está rojo
es porque abrá mucho calor en el día,
además dicen que
solo la Luna puede, por la noche,
hacer que el calor se vaya,
así que ni tardo ni perezoso,
le pido a la Luna que me haga el favor
de quitar el calor,
le pido tanto y la quedo viendo tanto,
que me imagino que ella toma fisonomía de una mujer
y que se prepara para soplar sobre la Tierra,
o pero de verdad qué agradable briza comienza
a surgir, un movimiento suave pero cadencioso,
y sobre todo refrescante.
Miro de nuevo a la Luna y me embelezo al ver
la fisonomía de mujer que ha tomado,
me quedo mirando y sintiendo como de esa boca
tan hermosa que tiene ahora la Luna
sale el aire que hará que poco a poco
el calor que hay alrededor de la Tierra se vaya.

¡Me encantó ver a la Luna soplar sobre la Tierra!