jueves, 29 de octubre de 2009

Sueño.

Anoche, al finalizar mi jornada,
fui a acostarme y como muchas otras
noches iba pensando en tí.

Pero esta vez fue distinto,
estaba tan cansado que tomé a mi almohada
y la abrazé, puse mis brazos como respaldo
y así quedó la almohada entre mis brazos
y mi cara.

Me dormí de lado, única posición
aceptable en ése momento de cansancio.
Me despedí de tí con un suspiro y
llegó el sueño reparador;
recuerdo no haber soñado mucho,
talvez lo pensé y no fue un sueño;
pero no importa, lo que recuerdo es un sueño.

Soñé que estábamos abrazados,
pero no en un abrazo de felicitación,
no, era un abrazo de esos que se dan en
momentos especiales,
estaba sentado en el piso recargado en la pared,
tú sentada a mi costado izquierdo,
pero recargándote en mí,
mis brazos te abrazaban,
pero no era un abrazo fuerte,
era un abrazo tierno(si es que se puede llamar así),
y algo interesante: no hablábamos,
simplemente estábamos ahí tú y yo.
Sin necesidad de hablar,
solo sabiendo que ahí estabas tú
que ahí estaba yo.


Eso es todo lo que recuerdo de ése sueño,
para hoy en la noche me volveré
a cansar y buscaré de nuevo
a mi almohada.

viernes, 23 de octubre de 2009

La Luna.

Me gustó la Luna de anoche,
quise acercarme muy pronto
desde que la ví.

Quise tocarla, palparle la superficie,
saber cuál es la sensación que se transmitirá por mis manos,
cerrar los ojos y recorrer poco a poco
los miles de lugares desconocidos para mí.

Quise colocarme a su lado como una estrella, de las
pequeñitas que siempre se ponen,
para estar más cerca de ella sin que se perciba que estoy ahí.

¿Cómo será sentir el calor de la superficie Lunar?
Me gustaría estar ahí,
añoro estar ahí, quiero sentir:
su color,
su textura,
su olor,
sus reacciones.

¿Cómo llegar hasta ella?
¿Cuándo llegar hasta allá?
¿Cómo estar a su lado?

martes, 20 de octubre de 2009

Atomo.

Se dice que desde la primera vez que se concibió al Átomo, este fue considerado como su nombre lo indica, una partícula indivisible, la cual formaba parte de toda la materia. Siglos después se comenzaron a realizar investigaciones a tal grado que se demostró que el átomo ya no era indivisible, ahora se tenían elementos internos y externos a un núcleo, de tal forma que el electrón gira alrededor del núcleo, el electrón tiene una carga negativa y el núcleo está formado de un protón de carga positiva y un neutrón sin carga.

Años después debido al avance de la ciencia y la tecnología, se encuentran cosas interesantes con respecto al electrón, por ejemplo, el número de electrones de una átomo girando alrededor del núcleo definen en gran medida la capacidad de cohesión o adhesión con otros átomos.

Los electrones al hacerse pasar por un campo magnético puede sufrir alteraciones en su trayectoria, o pueden expulsados de un átomo y dirigirlos de alguna manera. ¿Cosa interesante no? Además esto se aplica en muchos campos, por ejemplo, las televisiones viejitas utilizan este mecanismo.

Los japoneses tienen planteado que para el año 2030 van a tener lo que se denomina computación cuántica, que no es más que el control del estado del electrón.

Pero lo único cierto es que al electrón por mucho que se quite, cambie o altere su trayectoria siempre estará girando alrededor de un nucleo (que no forzosamente tiene que ser sólido) que le brinde su razón de ser (el núcleo es positivo, el electrón por lo tanto, negativo).

Ahora bien, si tú eres mi núcleo, entonces, ahora entiendo porqué todo lo que hago siempre gira a tu alrededor.

viernes, 16 de octubre de 2009

Entre líneas.

Espero llegue el día en que podamos estar juntos y darte una cantidad
de palabras, que compensen un racimo
muy grande de besos.
También enviar, sin dar, unos besos para acercarme a tu mejilla
y tocar tus labios
Ver como el viento mueve
tu cabello
saber que estás aquí al tocar y
sentir tus manos
saber que estamos muy juntos al
escuchar tu respiración,
saberte cerca por
tus latidos,
y tus colores y olores,
sentirte a mi lado
para ni con la mente estar
ya no más separados
sino
mas unidos que nunca,
todo para
estar contigo
hablando y
escuchándonos sin hablar,
a la vez que
sintiendo,
lo que veo de tí,
para recordar.

La espera.

Esperar a que ocurran las cosas
sentir y saber que se tiene que esperar
ocultar a veces el desánimo que provoca
el hecho de que no suceda
lo que se desea suceda,
es a veces demasiado complicado
de asimilar.

Se puede entender, lo puedo comprender
pero la sensación sigue ahí,
cada día va disminuyendo
su fuerza
cada día va aumentando
mi paciencia,
mi comprensión.

Me desespero y me digo: "¡Tranquilo!"
la vida aún depara muchas cosas
no puedo saber el futuro
solo tengo ilusiones de él,
imágenes fragmentadas entre
lo que esperaba, espero y tengo certeza
que pasará.

Son ahora muchas las cosas de las que estoy seguro
sucederán y otro poco casi igual
de las que no.

Solo me quedo con esa sensación de que la vida
no puede ser forzada a nuestro antojo.

lunes, 12 de octubre de 2009

El León.

Me dices: mira, mira ahí está mi León,
y veo un montón de nubes.
Hummm, ¿León? ¡no veo al León!
Entonces, te acercas y me dices
más cerca de mí,
¡mira, ahí, si volteas la imagen ahí está el León!

Pero para ese momento, yo ya estaba
en Africa, Groenlandia o Timbuctú,
cazando, no leones, sino esas escurridizas
flores que dieron su esencia para crear tu perfume.

Por instantes regreso a buscar al dichoso León,
pero no, nada, mi mente está embotada,
establecida en otro nivel entre el Cielo y la Tierra,
y tú todavía buscando un León,
he de convertirme en un León eso sí,
no por el olor, no, sino porque así de esa
manera me tomarás una foto
y podrás llevarme siempre contigo.

Sigo buscando al León,
recordándote a mi lado y
extrañando tu perfume.

Conocerte.

He aprendido poco a poco a conocerte,
saber que eres una gran persona,
conocerte desde de tí,
conocerte desde mí.

Verte, es parte de ése conocimiento,
lo externo, lo visible,
lo que para algunos también
es invisible.

Oirte es parte de lo invisible,
solo es conocerte para saber
cómo te encuentras y así saber qué decirte.

Mirarte mientras platicamos,
mientras caminamos,
es también conocerte,
saber si te agrada lo que digo,
saber si estás triste,
o simplemente te pones trompas.

Hasta he aprendido a conocer tus pucheros,
¡ja! Contra ellos no puedo,
siempre me sales haciendo decir lo que pienso.

Solo hay una cosa que aún no conozco: tu silencio.
Pero no ése silencio aterrador de tu falta de verte.
Ese silencio que se da entre dos personas,
que están juntas en un momento dado,
y que es mejor no romper,
no por no tener otra cosa qué decir,
no, solo porque algunas cosas se dicen
mejor con las miradas,
los suspiros,
y caricias.

domingo, 11 de octubre de 2009

A estas deshoras.

Es difícil escribir a deshoras,
sobre todo si las deshoras son sentimentales,
no horarias, no de reloj.

Deshoras, en cuanto a llegar a tarde,
deshoras en cuanto a no estar contigo
cuando me necesites.

No son malas horas;
solo no fue en esa hora;
no estuve en ese momento.

Las deshoras son pedir perdón hoy de algo
hecho o dicho ayer,
y que te dolió,
y te hizo sufrir.

Siempre a deshoras,
por miedo,
insensibilidad,
olvido.

Las deshoras,
quiero quitármelas de encima,
ya no sufrirlas,
ya no vivirlas,
que ya no las sufras,
que ya no las vivas.

¿Podré hacer eso?

lunes, 5 de octubre de 2009

Itacate.

Si llega a suceder que podamos darnos un beso,
y si solo ése beso nos hace, querer más,
entonces propongo un itacate lleno de:

Un besito de bienvenida;
Un de rose de labios, que diga "ya te sentí";
Un beso completamente apasionado;
Un beso largo, para los momentos de añoranza;
Un picorete, para los momentos de apuro;
Un besito de despedida;
Un beso robado, de esos que dicen "no me quiero ir";
Un beso en la mejilla, para cuando existan muchos a tu alrededor;
Un beso para tus manos.

Esta es mi propuesta de itacate,
seguro será más soportable la espera de la próxima ocasión.
Si quieres, puedes agregarle más.

jueves, 1 de octubre de 2009

Sobre ser yo.

A veces quisiera no ser quien soy.

Dejar de ser ése taimado que a veces aburre;
dejar de ser un dudoso (¿se puede/no se puede?);
poder decir con voz estentorea: ¡Hola!, ¿cómo te encuentras?
para que todos oigan y vean que estoy contigo;
tener la seguridad de que la forma en que actúe contigo no importa,
que si te molestas, bueno ya se te pasará, o no pasa nada;
poderte abrazar cuando te vea;
darte un beso de bienvenida y otro de despedida;
proponerte cosas que si las aceptas de acuerdo, sino también;
ponerme más gel y dejarme crecer el pelo;
cambiar mi guardaropa;
ponerme un perfume caro para que me recuerdes a cada rato;
fijarme si estoy a la moda;
no importarme:
si te sientes segura conmigo;
si quieres estar conmigo;
hacerte sentir mal;
qué lees;
qué te gusta;
qué preguntarte;
conocerte.

Sin embargo: no sería yo, sería otro y no quien escribe éstas líneas.