domingo, 11 de octubre de 2009

A estas deshoras.

Es difícil escribir a deshoras,
sobre todo si las deshoras son sentimentales,
no horarias, no de reloj.

Deshoras, en cuanto a llegar a tarde,
deshoras en cuanto a no estar contigo
cuando me necesites.

No son malas horas;
solo no fue en esa hora;
no estuve en ese momento.

Las deshoras son pedir perdón hoy de algo
hecho o dicho ayer,
y que te dolió,
y te hizo sufrir.

Siempre a deshoras,
por miedo,
insensibilidad,
olvido.

Las deshoras,
quiero quitármelas de encima,
ya no sufrirlas,
ya no vivirlas,
que ya no las sufras,
que ya no las vivas.

¿Podré hacer eso?

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