jueves, 25 de febrero de 2010

Hablando de lógica.

He leído un poco acerca de la lógica binaria,
no entiendo muy bien lo que se trata ahí,
utilizan una lógica ilógica para nosotros los mortales,
por ejemplo: solo se admiten dos valores 0 ó 1, verdadero o falso,
es o no es, está o no está.

¿Quién puede crear algo con solos esos valores?
No entiendo, de verdad.

Luego dicen en sus teorías que solamente se pueden tener dos
operaciones: la suma lógica ('+' u O) y el producto lógico ('.' o Y),
¿y las divisiones y restas? ¡Es un mundo de locos!
Y decian que yo estaba zafado.

Para no quedarse a mitad del camino, se atreven a decir y establecer que
las operaciones tienen resultados ya establecidos, de tal forma que:
A + B           A . B
0 + 0= 0      0 . 0 = 0
0 + 1= 1      0 . 1 = 0
1 + 0= 1      1 . 0 = 0
1 + 1= 1      1 . 1 = 1

¿Y con esto han inventado computadoras, calculadoras, teléfonos e internet?

Trataré de entenderlo a mi manera, supongamos que A es el estado de tu ser, 0 = no eres o no estás, 1= eres tú o estás aquí; B es mi estado, 0 = no soy o no estoy aquí, 1= soy o estoy aquí. De tal forma que se puede decir que F es la cantidad de personas que están:



A + B=F     ; Conclusión por combinación:
0 + 0= 0     ; No estamos, hay nadie
0 + 1= 1     ; Estás tú y eres tu sola
1 + 0= 1     ; Estoy y estoy solo
1 + 1= 1     ; Estamos pero somos solo uno


¡Interesante!



Y si suponemos que A es el estado de tu ser, 0 = no eres o no estás, 1= eres tú o estás aquí; B es mi estado, 0 = no soy o no estoy aquí, 1= soy o estoy aquí. De tal forma que se puede decir que G es la cantidad de personas que están:


A . B=G     ; Conclusión por combinación:
0 . 0= 0     ; No estamos, hay nadie
0 . 1= 0     ; Estás tú aún no estás completa
1 . 0= 0     ; Estoy pero me faltas
1 . 1= 1     ; Estamos y solo así somos uno



¿Más interesante?

Hummm, me gusta la primera opción, en la primera se demuestra independencia y la posibilidad de poder coincidir para ser uno.

En la segunda opción veo que se demuestra dependencia, la necesidad de que el otro esté para poder ser. Creo firmemente que a tí y a mí, no nos gusta demasiado depender de otros.

Así que si la lógica se maneja de esa manera, entonces, ahora entiendo muchas cosas.

domingo, 21 de febrero de 2010

Ayer.

Ayer en la mañana cuando te ví
no quiería despertarte,
estaba seguro de no encontrarte,
creía firmemente que estaría solo,
cuál sería mi sorpresa al verte ahí,
me alegraste el día,
pude estar contigo sin más ni más.

Estaba contento y emocionado
    [tú lo pudiste sentir en mi corazón].
Me atreví a robarte un beso,
algo fuera de lo común: ¡me atreví!
fue un picorete,
y nada más,
tus manos siguen siendo igual de fuertes
y suaves, me gustan tus manos,
tus ojos tuve la oportunidad de verlos más de cerca
siguen igual de preciosos,
te dormías y yo te eobservaba hasta que
te dabas cuenta de que lo hacía,
y me daba vuelta de nuevo.

No me canso de verte,
aunque ya no sea por tanto tiempo.

Silencios.

Si existieran silencios tendría que conocer demasiados,
silencio a la llegada,
silencio al despedirme,
silencio en la estancia,
silencio en el diálogo,
      ...contradicción,
y que bueno que no es así,
solo existe un silencio,
el de mis preguntas,
el de mis dudas,
ya no pregunto lo que quiero saber,
solo pregunto lo que es necesario,
si te pregunto, solo obtengo sonrisas,
al preguntar quiero aferrarme a una certeza,
sin embargo, tú no gustas de las certezas,
tú vives sin ellas,
y por eso somos diferentes,
quiero comprenderte desde ahí,
desde la falta de seguridad del mañana,
sin nada fijo desde un día antes,
que sea una aventura el día siguiente,
que sea un aprendizaje el que termina,
por eso estoy comenzando a guardar silencio,
para no vivir en la esperanza de que ciertamente mañana será.


No es posible contigo marcar una fecha
y mi silencio lo sabe,
por eso cada día pregunto menos
y quiero conocerte más.

viernes, 19 de febrero de 2010

Tranquilidad.

A pesar de todo lo que te he contado
que me ha sucedido,
no puedo dejar de extrañarme
que aún esté tranquilo.

Estoy cansado, pero no derrotado,
estoy somnoliento, pero no idiotizado,
las batallas diarias han ido bajando de importancia
hasta llegar a ser simplemente sucesos.

¿Pendientes? Siempre hay pendientes,
creo siempre existirán,
los atenderé, pero en este momento no puedo,
te escribo,
es más importante eso que cualquier email
con marca de URGENTE,
será urgente pero no cabe en la categoría de importante.

Importante eres tú,
no tienes urgencias,
representas la tranquilidad del alma,
de tu alma.

Seguiré tu enseñanza sin copiar tu estilo,
buscaré aprender más de tí,
sin querer ser tú.

Tomaré y adaptaré lo que considere adecuado,
para que cuando me veas y te des cuenta
que he cambiado, no veas un reflejo tuyo,
sino solamente alguien basado en tí.

martes, 16 de febrero de 2010

Dejaré.

De pensar y de decir,
tendré que iniciar a actuar,
en ambos sentidos,
en el actuar que implica hacer
y en el actuar que define fingir.

No soy bueno en la segunda opción,
sin embargo,
comenzaré a actuar.

lunes, 15 de febrero de 2010

Creo entender.

Sí, me invento que entiendo lo que pasa,
lo que está pasando,
no encuentro las razones,
no espero las respuetas,
no quiero decir las preguntas,
no quiero llegar a certezas,
me engaño a mi mismo,
me repito:
     ¡Sé fuerte!
     ¡Espera!
     ¡Aguanta!
Y mi alma grita: ¡síiiiiiiiiiiiiiiii!
Pero mi verdadero yo, dentro, no muy dentro,
se burla de mí,
iluso creo me dice,
sigue esperando,
entro en una especie de coraje y trato
de esconder a ese yo que no me gusta,
ahora ya está escondido y puedo decir
más tranquilo que seré fuerte, que esperaré, que aguantaré.
¿Porqué, cuánto, hasta cuándo?
Cierro los ojos y me digo, deja de pensar en eso,
los recuerdos son el mejor refugio en estos momentos,
serán tu refugio durante algún tiempo
vete acostumbrando,
no mucho, pero acostúmbrate. Eso dice mi yo.
No esperes certezas, no las tendrás,
guarda silencio,
sonríe ante lo que veas;
aunque tu corazón se inquiete, tú tranquilo,
busca trabajo para no escuchar lo que no quieres escuchar;
¡piérdete en la música, tu música, se feliz, trata de serlo!
Tienes mucho que mejorar,
mucho tiempo para esconderte,
para reirte de tí mismo,
pero cuando salgas, sigue con tu mutis,
sigue callado, guarda silencio,
habla, pero guarda lo que sientes lo que piensas,
solo di lo que sea sensanto y adecuado,
ya te diste cuenta que en este momento
lo demás, está de más.

Vas obteniendo logros,
¿pero de qué sirven? ¿te sirven?
Siguelos obteniendo, pero no pasarán de ser simplemente: méritos.

Esto es lo que trato de entender, lo que me hago creer,
recurro a Jaime y a Mario, pero ninguno me hace
entrar en cordura,
sigo creyendo entender,
salirme del camino, salir de la jugada,
dejando que las cosas y las personas sigan su curso,
que sean ellas mismas, sin mis errores, sin mis flaquezas,
sin mis temores, sin mis molestias,
mis prejuicios, mis desencantos,
creo que solo así podré comprenderme en mi silencio.

Espero entender.

Al caminar.

En este caminar que ahora me permite
pensar, el aire llega de lleno a mi cara
y mis pasos marcan un ritmo,
no puedo dejar de pensar en nosotros
no solo en tí.

Pero qué es lo que pienso, te haz de preguntar,
pienso en varias cosas y llego a conclusiones
y las desecho
para iniciar nuevas interrogantes
y llegar a nuevas conclusiones,
tal pareciera una historia interminable.

Pero no es así,
el polvo me hace distraerme,
los carros a esquivar me regresan a la Tierra,
¿y en qué pienso?
trato de recordar desde cuándo exactamente te conozco
trato de recordar cuándo te vi por primera vez
no encuentro fechas exactas.
Pero la conclusión es que fuiste apareciendo en mi vida
poco a poco.

Vuelvo a pensar, y ahora me pregunto
¿cuánto significas en mi vida?
¡Hijole! Mucho, demasiado, imposible de medir,
me alegro al verte, estoy muy contento contigo,
me cambia el ánimo al escucharte.
¿Cómo sería actualmente si no me hubieras permitido entrar en tu vida?
¡No lo sé con seguridad!
Tengo algunas suposiciones, nada real,
solo indicios, pero otra cosa distinta a la actual eso ni duda cabe.
¿Mejor que ahora? Lo dudo.

Otro carro pasa rápidamente,
ahora pienso, en que debo dar gracias
que aún me permitas verte,
que aún pueda disfrutar de tu sonrisa,
me he portado nada bien,
enojándome, poniendo cara de perro
             [como ese que viene de frente a mí],
castigándome a mi mismo,
pensando cosas, tonterías sobre mí,
debo dar gracias de que por lo menos
no sea una persona desagradable para tí.

Ya casi llego a mi destino, veo la esquina
donde he de detenerme,
me detengo, escribo tu número, lo borro,
inicio un mensaje para tí,
pero no, no es momento,
borro todo y sigo pensando que...

domingo, 14 de febrero de 2010

Mi silencio.

No es más que mis ganas de decir algo sensato,
algo que no rechaces,
ni que sientas que es una exigencia,
no pido, ahora espero,
espero a que todo se tranquilice,
no que vuelva a ser como antes, no,
pero si que volvamos a vivir algunos
instantes como los que añoro.

Mis labios se resecan y esperan la vitalidad de los tuyos,
mis manos han sentido de nuevo las tuyas,
están alegres, trabajan mejor,
pero mis demás sentidos están celosos
de no poder decir lo mismo,
son locuras, mis ojos te ven,
mi oido te escucha,
mi olfato siente tu perfume,
pero creo que los has vuelto adictos
a tu presencia cercana,
a escasos milímetros,
sin milímetros de distancia,
ahí, a esa distancia, tu perfume es otro,
tu voz distinta,
tus ojos son todos míos
y mi corazón palpita solo para tí.

Eso es lo que extrañan mis sentidos
aunque a mi boca le falta decirlo
y a mi cerebro le cueste admitirlo.

viernes, 12 de febrero de 2010

Por instantes.

Te busco sin razón entre las personas,
sabiendo que no estarás ahí,
te busco y en vano lo intento,
mis ojos lo saben,
mi oido lo reafirma,
no estás,
mi corazón late -se engaña, no estás-
busco razones cuerdas y lógicas para hacerle
creer a mi cerebro que no estás
pero es inútil -yo lo soy-
no es posible engañarlo.
Me tapo la cara con las manos
buscando tu presencia en mis palmas,
no te encuentro,
no intento ahogarme, intento encontrarte,
no estás,
la semioscuridad es indicio de tu asencia,
te busco de nuevo,
y solo es para confirmar que solo mi corazón
-y no los sentidos- es el único cuerdo
en esta odisea que es extrañarte, buscarte y no encontrarte.
Ninguna razón me parece suficientemente creible
para irte a buscar, caminar recorriendo los caminos
que andamos hace tiempo,
pero no es igual, nada es igual,
todo es diferente, los saludos cordiales de la gente que me encuentro,
ahora no tienen importancia,
no estás conmigo,
he estado sentado en el lugar de nuestras pláticas,
solo para espantar a las personas -estando a oscuras cual fantasma-
no puedo platicar, ¿con quién?, -¿quién como tú para la plática amena e interesante?- Pero no estás.
Sigo esperando, ¿qué espero?,
no tengo valor,
soy el mas cobarde de las personas que te hayas conocido,
puedo escribir mucho de lo que siento,
tengo temor de decirlo,
-¿vivo de recuerdos?-
-¿me quedo en los recuerdos?-
Intento buscarte, a mitad del camino me tiemblan los pasos
prefiero llamarte -intento verte- pero no es lo mismo,
lo se, se siente.

martes, 9 de febrero de 2010

Me preguntas.

Si deseo que me escribas un mensaje,
¡Claro! Estoy esperando me dejes regresar a tí,
ya se que tienes mucho en qué pensar,
muchos con quien compartir,
pero si te pudieras un tiempo para mí
sería agradable,
me dijiste: la próxima semana podremos platicar
y creí en esa idea
me olvidé del "quizás",
ahora regreso a la verdad,
me tienes aún en espera ¿porqué?
Desafortunadamente, es muy obvio que soy el único
al que tienes en dicha espera,
todos los demás están contigo
y tú con ellos,
se nota que no te hago falta,
tú me haces falta,
no te envío mensajes por enojo, no,
es por miedo a que de nuevo no me contestes,
que de nuevo me quede pensando ¿qué daño le hice?
He de haberte dañado demasiado para
que de un día a otro me dejes sin tu presencia.

Tengo miedo.

Sí, esta vez tengo miedo de verte y hablarte,
porque siento que desde hace unos días,
cada vez que lo hago la separación se hace
más grande entre nosotros.

Estoy desanimado, triste,
se nota,
me lo preguntan,
me lo recriminan,
y solo digo "es cansancio".

Y solo digo eso, pero no es cierto,
es todo eso.
Camino agachado como si todos
me vieran y se burlaran de mí,
llevo mi coraza puesta
y la reacción a flor de piel.

Quisiera que escribiendo se terminara esta
sensación, pero no es así,
es mentira,
no se aleja, solo me acerca más al dolor.
Te he visto pasar y me siento peor,
estás hermosa igual que ayer,
pero el no podértelo decir me hace sentirme
inútil, se que esto que escribo,
seguramente te lo dicen a cada rato,
pero para mí es una novedad cada día.

Sigo sentado aquí sin voltear a la ventana temiendo
tu regreso, esperando verte,
contradicción tan grande,
sentimientos tan míos.
Solo yo soy capaz de quererte de esta manera,
tan loca y firmemente.
 

lunes, 8 de febrero de 2010

Quisiera.

Tener todo el valor del mundo
para robarte un beso,
darte un abrazo y dejar pasar
el tiempo en tus brazos.

Quisiera, tener el valor de hacerme
a un lado mientras lo necesites
pero es muy doloroso.
De verdad duele la ausencia.
Si estuvieras lejos materialmente hablando
sería comprensible y solo suspiraría.
pero una ausencia como esta,
es dolorosa,
ni te imaginas cuánto duele.

Es mucho más duro saberte cerca,
verte a un lado de mí y saberte taaan lejos.
Es duro, querer llorar por saberme ausente
de tu pensamiento,
de tus letras,
de tu sonrisa.

Es doloroso darse cuenta e intuir que es
culpa mía todo esto,
no puedo arreglarlo,
no puedo regresar el tiempo,
no quiero seguir así
pero no tengo el valor.

Te prometí y me prometí esperarte,
no puedo obligarte a nada,
¿a qué podría obligarte?
¿quién soy para eso?
¿qué soy para por lo menos intentarlo?
Me obligo a darme ánimos pero tu silencio
es como una forma de recordatorio.

Solicito permiso para hablarte,
me intimido ante tus negativas,
me reprocho cada instante no ser quien
pueda sacarte de donde estas.
¿Y quién me ha dicho que estás enojada o mal donde estas?
Simplemente pienso en mí,
soy un egoísta.

Supongo tantas cosas que a cada instante
sufro, me martirizo y trato de buscar en los libros
y los poemas esa sensación de bienestar que no llega.

Te seguiré esperando, tú sabes cuánto :')