Siento que hace demasiado calor en la Tierra,
desde hace unos días a veces se vuelve insoportable,
no se qué hacer,
busco un lugar fresco pero no lo encuentro,
en el día no hay sosiego,
mucho calor y pocas opciones de frescura.
Por la tarde-noche, en muy pocas ocasiones se puede tener algo de frescura.
Miro al cielo y lo veo rojo,
dicen las abuelas y los abuelos
que cuando el cielo está rojo
es porque abrá mucho calor en el día,
además dicen que
solo la Luna puede, por la noche,
hacer que el calor se vaya,
así que ni tardo ni perezoso,
le pido a la Luna que me haga el favor
de quitar el calor,
le pido tanto y la quedo viendo tanto,
que me imagino que ella toma fisonomía de una mujer
y que se prepara para soplar sobre la Tierra,
o pero de verdad qué agradable briza comienza
a surgir, un movimiento suave pero cadencioso,
y sobre todo refrescante.
Miro de nuevo a la Luna y me embelezo al ver
la fisonomía de mujer que ha tomado,
me quedo mirando y sintiendo como de esa boca
tan hermosa que tiene ahora la Luna
sale el aire que hará que poco a poco
el calor que hay alrededor de la Tierra se vaya.
¡Me encantó ver a la Luna soplar sobre la Tierra!
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