A una pareja de novios,
era un caso excepcional para mí,
iban en una bicicleta,
él conduciendo,
ella parada en los diablitos de la llanta trasera.
Él vigilante al tráfico, lento en su avance,
fuerza en su piernas,
determinación en su rostro,
sabía bien hacía dónde iba.
Ella, detrás, abrazándose a él con ternura,
sin miedo,
ella recostada en la espalda de su amado,
así, sin más, sin miedo,
con los ojos cerrados,
dejándose llevar,
en la seguridad que él le brindaba.
Solo unos instantes fueron suficientes para
descubrir la belleza y certeza del amor en ellos dos.
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