lunes, 2 de abril de 2012

Estás ahí.

He intentado de todo para evitar mi presencia en tu vida,
así como lo pediste,
he intentado al máximo dejar mi teléfono de lado para no escribirte,
no llamarte.
Sigo con la cabeza gacha y distraído.
Pero todo me recuerda a tí.
Cada sonrisa, cada gesto, cada instante en el aire,
en mis oídos, en mis ojos.
Cada segundo te encuentro en la gente y huyo, camino más rápido más lento,
me detengo, me escondo, dejo pasar.
Tal pareciera que  Benedetti sabía muy bien
mi caso al escribir : "Viceversa"
¡Maldición! ¡Sigo sin entender todo este ruido y este silencio!

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