Preguntar:
¿La puedo acompañar?
¿Nos vemos en 10 minutos?
¿Me extrañó?
Cada una de las preguntas tiene dos respuestas
rápidas Si o No.
Esas respuestas involucran certezas de lo que se avecina,
Sí la acompañaré, no la acompañaré.
Sí nos veremos, no nos veremos.
Eso, no deja lugar a dudas de que algo va a ocurrir,
¿pero qué sucede después de una respuesta
positiva o negativa y no se llega a cumplir?
Entonces viene las dudas acerca de que
si era mejor haber dicho lo contrario
es decir, SI en lugar de NO,
o NO en lugar de SI.
Y comienzan los sinsabores
y las dudas,
y todo un mar de sentimientos.
Por otro lado está la tercera respuesta posible: Talvez.
Es una situación que no causa compromiso,
no tiene forma de pedirse o exigirse por parte de quien lo recibe,
solo fue un "talvez" un "quizás",
y eso tiene un cincuenta por ciento de SI,
y un cincuenta por ciento de NO.
Un cien por ciento de nada.
Un cien por ciento de todo.
"Fifti fifti" en mi mal "Espa-Inglish"
No se puede decir:
"Me dijiste que me permitirías acompañarte a comprar el pan", na,na;
"Te comprometiste a vernos en 10 minutos", nou, nou;
Así es mi querido receptor del "talvez":
no hay arma posible contra el talvez.
Sin embargo, yo he aprendido que el talvez,
tiene una concepción distinta en función de donde
se aplique.
Así que para mí en este caso, un talvez,
no es más que un espérate un poco más,
puede ser mañana,
pero si esperas y no decaes en tu intento,
sabrás al final si el "talvez" era un SI o un NO,
pero solo hasta el final.
Existe un paliativo contra el talvez:
la renovación diaria de los sentimientos,
la eliminación diaria de lo negativo del ayer,
renovar la esperanza, sin exigencia, de que hoy puede ser.
En asuntos sentimentales el talvez nos deja cercanos a nada,
pero seguros de todo,
mas contentos que tristes,
con el corazón latiendo sin razón
y el cerebro frío.
Así que "quizás" poco a poco, receptor del talvez, inicies a entender el "talvez".
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