Cuando pasé cerca de tu árbol
inmediatamente me di cuenta
que tiene las ramas hacia
arriba, como esperando
que algo caíga del cielo.
También puede ser que esté
agradeciendo, o también implorando.
Otra cosa que vi es que no tiene
muchas hojas, apenas le comienzan
a salir, como si hubiese sufrido
una transformación, o haya pasado
un ciclón y lo dejara sin todas
esas hojas y flores que lo protegen
y lo hacen más bello.
En cuanto a su tallo ví que
aún cuando parece que estuviera
cayéndose, tiene unas raíces que lo aferran
a la tierra, es fuerte y poco a poco se recupera.
La corteza puede caerse y quedar aún más
expuesto, pero por experiencia se
que volverá a salirle y podrá protegerse
de nuevo.
Me gustó tu árbol, aunque tú talvez
no veas lo mismo que yo ví en él.
Creo que vió a través de sus ojos la concepción de ese mi árbol.
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