viernes, 4 de septiembre de 2009

Oirte

Oirte

A veces me pregunto: ¿porqué escribirle?
Es cierto que me agrada escribirle
y leer entre líneas, aunque no sea un experto,
sin embargo, ¿puedo acompañar ese placer
con otra acción?

Buscando y buscando, sin acelerarme,
sin pensar rápido,
solo buscando y buscando
me encuentro de repente
llamándote,
pero no a grito en pecho
sino por el teléfono
y cuando me doy cuenta de
nuevo ya me estoy riendo contigo
y ése es otro placer
no igual o mejor o peor
solo: el placer de escucharte.

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