Hoy, el celeste de tu blusa combina completamente con el color de tu piel y se amolda exacto a tu figura, no hay mas que admirarte, verte de perfil y notar todo lo bien que se ven tus atributos, solo me quedo embobado.
Busco la forma de que a mis ojos se le permita ver más allá y solo encuentro tu blusa. Busco de nuevo y no, esta vez para mis ojos, desde donde estoy, no puedo ver otra cosa que tu silueta.
No desespero y encuentro un bálsamo a mis ojos cuando estando sentado, te acercas a mí a decirme algo, volteo discretamente y me encuentro ahora viéndote de frente y para mi sorpresa te has agachado y ahora noto la unión de tus senos, resaltados por no se que artilugio que agradezco, tu blusa me lo deja ver así, no me deja ver más, solamente esa unión que pareciera invitación a perderme ahí entre ellos dos y solo sueño.
Sí, solo un sueño de colocar mis labios ahí justamente en la unión tentadora, mis manos estaban dispuestas a bajar un poco más tu blusa y ver lo que se escondía, esa tentación de tocar, de observar, de ser como dices, un mirón, un mirón de lo que prohibes-permites, a mis ojos.
Es una verdadera lástima, no poderte tocar en ése momento, darte un beso chiquito justo para sentir tu piel y alejarme de inmediato.
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