He esperado bastante tiempo para volver a escribir,
no he tenido ánimo para ello,
algo me pasa,
no encuentro la razón,
quisiera escribir todo lo que bien que me siento
a tu lado,
pero no puedo expresarlo,
me repito (y te repito) una y otra vez que me gustas,
pero no solo es lo material que todos los demás ven,
es también tu sencillez,
tu sonrisa,
el cariño que emana de tus ojos,
y la sabiduría de tus palabras,
he notado como poco a poco
te admiro cada día más y más.
Me gustan tus labios, su color, su sabor y su textura;
me gustan tus mejillas, cuando se ponen rojas, cuando las toco
y cuando las beso;
me gusta tu piel, lo clara y tersa que es.
Admiro el sonido de tu voz,
y la inteligencia de tus palabras,
lo natural de tu actuar,
y lo cómodo que es estar contigo sin hablar,
sabes perdonar (y perdonarme).
Eres muy grande (y no en edad),
grande en sabiduría y belleza,
grande en inteligencia,
grande como persona,
por eso te admiro,
por eso te quiero.
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