miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mi propia receta.

Siempre he dicho a quien me pregunta
que para el desanimo no hay como
tomar Coca Cola bien fría
o escuchar una dosis dolorosamente grande
de Rock.

La primera opción en este momento no es válida,
así que escojo la segunda,
a pero Rock sin volumen no es Rock;
así que le pongo los audifónos al sistema de música,
activo mi sistema de reproducción de MP3's,
le subo a tope al volumen,
escojo a Miguel Mateos,
y a darle,
Rock en su más pleno despliegue,
haaaaaaaa,
qué sensación,
la batería al tope,
cada acorde de la guitarra, yujuuuuuuuu,
"cada pequeña cosa que me das",
"dijiste vi luz y pasé sin pensar",
wuuuuuaaaaawwww,
este tum, tum, tum,
pum, pum, pum.
Llegan hasta el cerebro:
"ven, ven a mí"
"me quiero comunicar"
"sin pensar"

Si existe la lobotomía,
que sea de esta forma por favor,
esta no sería una manera dolorosa
de perder el pasado,
sería una forma agradable,
de verdad.

La batería suena mega tremenda,
cuando inicia el track 8 del disco,
¿porqué no era el siete?

Vuelvo a la realidad.
Ya es hora de ponerse a trabajar,
bajando el volumen,
comienzo a escuchar los ruidos de alrededor,
de mi realidad,
me quito los audífonos,
mas realidad aún,
mucho ruido humano,
nada de pum, pum's,
solo gritos y mas gritos,
me recuerdo: esta es la realidad,
ubícate.
Ya cerré mi reproductor de MP3'S.

Ya me voy al trabajo.

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